BRINDAN ROBERTO BELTRÁN Y OSUG SUBLIME INTERPRETACIÓN
El Festival Internacional Cervantino tuvo una noche áurea precisamente en su Quincuagésima edición con la inolvidable interpretación de la Sinfonía número 8 de Gustav Mahler por parte de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, OSUG, bajo la dirección del Maestro Roberto Beltrán-Zavala.
El Teatro Juárez fue el recinto que engalanó el concierto realizado la noche del domingo 23 de octubre.
Con la ejecución de la octava sinfonía el director titular de la OSUG cumplió con el ciclo completo de las sinfonías del autor de origen austro-bohemio, por lo que fue distinguido con el premio Mahler, que otorgan la Sociedad Mahler y la Mahler Foundation.
Francisco Bricio Arzubide, vicepresidente de la Fundación Mahler, hizo la entrega del reconocimiento al Mtro. Beltrán-Zavala, a quien se refirió como “Un director de primer nivel, profundamente comprometido con el arte, con los creadores y su público”.
La distinción se entregó por primera vez a Enrique Arturo Diemecke, entonces director titular de la Orquesta Sinfónica Nacional de México, en 1994 de manos de Javier Arnaldo.
También han sido galardonados el Mtro. Eduardo Mata, de la Orquesta Sinfónica Nacional; el Mtro. Gustavo Dudamel, de la Filarmónica de Los Ángeles, entre otros.
Después de recibir el reconocimiento el Mtro. Beltrán dio inicio a la llamada Sinfonía de los Mil, obra en la que participaron junto con la OSUG, el Coro del Teatro del Bicentenario, el Conservatorio de Celaya; el Coro ópera Guanajuato; coro femenil e infantil del Conservatorio Mahler de Irapuato, y el Coro de Niños Valle de Señora,
Además de 8 solicitas: Maribel Salazar, Angélica Alejandre, Fernanda Allande (sopranos), Frida Portillo, Mariel Reyes Gil (mezzosopranos), Leonardo Sánchez (tenor), Genaro Sulvarán (barítono) y Rodrigo Urrutia (bajo-barítono), en total más de 400 artistas.
La obra está dividida en dos partes. La primera Veni, creator spiritus, ven, espíritu creador, utiliza como texto el Himno de Pentecostés escrito en latín por el Arzobispo de Mainz, Rabanus Maurus en el siglo IX.
La segunda parte, Schluβszene aus Goethes Faust II, está formada por la escena final de la segunda parte del Fausto de Goethe.
La interpretación fue magistral provocando que el Teatro Juárez con su lleno total se estremeciera de principio a fin de la Sinfonía número 8 de Gustav Mahler.
El público asistente reconoció el desempeño de los músicos y la excelente dirección de Beltrán-Zavala con un aplauso de pie que duró varios minutos.
