Transforman estudiantes de la UG aceite usado en biodiésel con impacto social

Impulsados por su compromiso ambiental y el deseo de innovar, Paola Jaqueline Collazo Gómez y Miguel Efraín Landín Mosqueda, estudiantes del programa de TSU en Curtiduría de la División de Ciencias e Ingenierías (DCI) del Campus León de la Universidad de Guanajuato, lideran el proyecto “De freír a fluir”.

Esta iniciativa busca transformar el aceite vegetal usado en biodiésel, mediante un modelo de recolección eficiente y sostenible. La idea surge ante la falta de sistemas adecuados para desechar aceite de cocina doméstico, el cual puede contaminar hasta 40 mil litros de agua por cada litro vertido inadecuadamente.

En la ciudad de León, el 70 % del consumo de aceite ocurre en los hogares, mientras que el restante 30 % proviene de industrias y comercios. Sin embargo, solo existen cuatro centros de acopio activos, lo cual limita las posibilidades de una gestión adecuada.

Rumbo a 350 centros de recolección en escuelas

El proyecto propone ampliar la red de recolección a 350 puntos distribuidos en escuelas de educación básica para el año 2026. Esta estrategia tiene como meta acercar a la ciudadanía mecanismos accesibles y confiables para disponer del aceite usado, y al mismo tiempo producir un biocombustible más limpio que el diésel convencional.

Además del beneficio ecológico, “De freír a fluir” contempla incentivar a las escuelas participantes mediante la entrega de lentes, material escolar y apoyos para el deporte, fomentando desde edades tempranas una cultura del reciclaje con recompensas tangibles.

Este esfuerzo ha sido reconocido por la Dirección General de Medio Ambiente de León con el distintivo “Amigos por el Planeta”, y refleja el impacto positivo que puede tener el trabajo de jóvenes comprometidos con la transformación social y ambiental.

Así, la Universidad de Guanajuato continúa demostrando su papel como agente de cambio, impulsando soluciones desde la ciencia, la innovación y la responsabilidad ambiental.