Guanajuato, Gto. Desde hace 120 años se levanta en pleno corazón de la ciudad de Guanajuato una majestuosa edificación de exquisitos detalles arquitectónicos: el Teatro Juárez, recinto vivo que figura entre los teatros más bellos del mundo y es la principal sede del Festival Internacional Cervantino.
Este coliseo, que recibe su nombre en homenaje al presidente Benito Juárez, fue inaugurado el 27 de octubre de 1903, por el entonces primer mandatario Porfirio Díaz. Para este memorable momento se interpretó “Aída” ópera de Giuseppe Verdi, que fue presentada por la Compañía Italiana de Ettore Drog. Este título fue retomado en la reciente reapertura del recinto el pasado 6 de octubre.
En el terreno que hoy ocupa el Teatro Juárez hubo un convento franciscano. Posteriormente se edificó el primer hotel de la ciudad: El Emporio. Fue en 1872 que, por encargo del entonces gobernador de Guanajuato, el general Florencio Antillón, se decidió construir un teatro que estuviera a la par con los mejores del país, cuya encomienda estuvo a cargo del arquitecto José Noriega.
En 1892, veinte años después la iniciativa de su construcción, el gobierno del general Manuel González continuó la construcción bajo la coordinación del arquitecto Antonio Rivas Mercado y el ingeniero Alberto Malo, quienes modificaron el proyecto original de José Noriega, de un estilo arquitectónico clásico a uno ecléctico.
El gobierno de Joaquín Obregón González continuó el proyecto, mismo que culminó en 1897. La decoración estuvo a cargo de los artistas Eugenio Alva, José Cabrera, Jesús Herrera y Gutiérrez, Ramón Isaac Pérez y el pintor catalán Amérigo. Los leones de bronce que custodian las escalinatas de este recinto fueron obra de Jesús Contreras, quien también fue el encargado de realizar el Monumento a la Paz.
El gran cuadro del escudo de armas de la ciudad de Guanajuato, ubicado en el descanso de la escalera que conduce al foyer, fue realizado por el pintor español José Escudero y Espronceda. Las musas que rodean el pórtico fueron manufacturadas por la empresa W. Mullins y Cía., de Estados Unidos; el mobiliario original del foyer, salones tocadores y de fumar fueron adquiridos en los almacenes Bon Marché, en París; el candil del centro del foyer proviene de Inglaterra.
A principio de la década de los setenta se anuncia que se llevaría a cabo en la ciudad de Guanajuato el primer Festival Internacional Cervantino; y por ello comenzaron tareas de restauración del teatro por instrucción del entonces gobernador del Estado Manuel M. Moreno. Tras un diagnóstico general, las labores se ejecutaron entre 1971 y 1972, y comprendieron la reposición total de la instalación eléctrica, la renovación total del alfombrado y de la ornamentación, además de las localidades y muros.
Entre 2022 y 2023, el Gobierno del Estado de Guanajuato impulsó la mayor intervención en la historia del recinto, en la que se invirtieron 161 millones de pesos para labores de restauración en fachada e interiores, pero sobre todo, para una renovación completa del apartado técnico, con nueva mecánica teatral y vestimenta escénica, modernización del sistema de iluminación con equipos LED y adecuaciones para accesibilidad universal, que incluyeron elevador, salavaescaleras y palco habilitado para sillas de ruedas.
También se remodelaron camerinos, salas de calentamiento, se reubicaron y remodelaron las oficinas administrativas, así como las salidas de emergencia y se trabajó en el aislamiento de ruido exterior con nuevas puertas en sala y vidrios dobles. Se destaca obras de conservación, limpieza y restauración en fachada y muros; la intervención en herrería y carpintería.
A 120 años de su inauguración, el Teatro Juárez continúa entre los mejores foros de arte en México y es uno de los más reconocidos del mundo, con incontables vivencias desde diferentes perspectivas de quienes de alguna manera han sido parte de la historia de este recinto.