Guanajuato, Gto.- En el marco de la conmemoración del 8M, Día Internacional de las Mujeres; se llevó a cabo en la Universidad de Guanajuato (UG) la mesa “Diálogo, anticorrupción y Género”, en donde quedó de manifiesto la importancia de visibilizar la corrupción por razones de género para el combate a este fenómeno, en donde las mujeres se ven más afectadas, dado que limita el desarrollo y obstruye el acceso a la salud y a la justicia.
El desvío de recursos y otros actos de corrupción más complejos y específicos afectan de forma directa a las mujeres, coincidieron en señalar las panelistas, quienes llevaron a cabo este diálogo en el Salón de Actos de la División de Derecho, Política y Gobierno.
La corrupción es un obstáculo estructural en el reconocimiento de los derechos humanos y afecta servicios básicos destinados a sectores más desfavorecidos, afirmaron las panelistas: la Mtra. María Raquel Barajas Monjarás, magistrada del Tribunal de Justicia Administrativa; la Mtra. Katya Morales Prado, Presidenta del Comité Coordinador del Sistema Estatal Anticorrupción de Guanajuato.
Asimismo, la Dra. Arminda Ballbuena Cisneros, titular de la Dirección de Igualdad y Corresponsabilidad Social de la UG y primera Presidenta del Comité Estatal Anticorrupción; la Dra. Liliana García Rodríguez, Coordinadora de Igualdad y Corresponsabilidad Social del Campus Guanajuato y la Lcda. Nayely Tello Mendoza, promotora y defensora de los derechos de las mujeres lesbianas y bisexuales en el estado de Guanajuato.
Luego de las exposiciones, estudiantes universitarias pudieron plantear varias preguntas, entre ello se interesaron por las acciones que desde el Sistema Estatal Anticorrupción se han realizado para que las mujeres no sean víctimas de hechos de corrupción y qué resultados han tenido, pues la corrupción afecta a las mujeres y su calidad de vida.
También se cuestionaron los hechos de corrupción minoristas que se dan dentro de las aulas y afectan principalmente a las alumnas. Las panelistas reconocieron que la denuncia es difícil, sobre todo por la falta de credibilidad, por lo que se pronunciaron por romper esos paradigmas y buscar que las autoridades sean sensibles y generar espacios para que la denuncia sea aceptada.
Aunque se ha avanzado falta mucho por hacer, aceptaron, y hay que seguir trabajando a través de redes de activismo, para visibilizar el problema y reconocer los derechos, “sí es difícil confiar en las instituciones, pero hay que hacerlo”, indicaron, e insistir en la observancia de los protocolos y reglamentos específicos en donde, la UG, es pionera gracias a muchas mujeres que así lo exigieron. El panel fue moderado por la periodista Wendoline Adame.